Transcripción resumida de la exposición de Josep Marc Laporta —psicólogo social y coach— en el magazine matinal radiofónico de Radio Arena, emitido semanalmente durante los últimos cuatro años. Consultas y conferencias: jmlfcoach@hotmail.com

· La asertividad

La asertividad es una estrategia de comunicación interpersonal que se sitúa en un punto intermedio entre otras dos conductas polares: la agresividad y la pasividad. La asertividad suele definirse como un comportamiento de comunicación maduro, en el que la persona emisora no arremete ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que expresa sus convicciones con libertad y respeto, y defiende sus derechos.

Una comunicación asertiva se basa en una forma de expresión consciente, congruente, clara, diáfana, directa y equilibrada, cuya finalidad es comunicar nuestras ideas y sentimientos o defender nuestros legítimos derechos sin la intención de herir. Se actúa desde un estado interior de autoconfianza, en lugar de la emocionalidad limitante típica de la ansiedad, la culpa o la rabia.

Existen tres estilos básicos de comunicación diferenciados por la actitud que muestran hacia el interlocutor: pasivo, agresivo y asertivo.

La pasividad o no-asertividad es aquel estilo de comunicación propio de personas que evitan mostrar sus sentimientos o pensamientos por temor a ser rechazados o incomprendidos o a ofender a otras personas. Por lo general, infravaloran sus propias opiniones y necesidades, y dan un valor superior a las de los demás.

La agresividad es el estilo de comunicación que se sitúa en lo opuesto a la pasividad. Se caracteriza por la sobre valoración de las opiniones y sentimientos personales, obviando o incluso despreciando los de los demás. Como su nombre indica, es agresivo, arrolla al interlocutor y muchas veces se puede mostrar prepotente.

La asertividad es un estilo de comunicación abierto a las opiniones ajenas, dándoles importancia, incluso tanto como a las propias. Parte de una actitud de respeto hacia los demás y hacia uno mismo, aceptando que la postura de los interlocutores no tiene por qué coincidir con la propia, evitando conflictos, no sin dejar de expresar lo que se desea de forma directa, abierta y honesta.

La asertividad permite decir lo que uno piensa, y actúa en consecuencia, haciendo lo que se considera más apropiado para uno mismo, defendiendo los propios derechos, intereses o necesidades sin agredir u ofender a nadie, ni permitir ser agredido u ofendido y evitando situaciones que causen ansiedad. Con la asertividad se impide que seamos manipulados por los demás en cualquier aspecto y es un factor decisivo en la conservación y el aumento de nuestra autoestima, además de valorar y respetar a los demás.

Cómo ganar en asertividad

* Incorporar la pauta ensayo-error para mejorar progresivamente. Rectificar es de sabios, por lo tanto no hay que tener miedo a equivocarse, si con ello aprendemos y mejoramos como personas y en nuestra relación asertiva.
* Ante el miedo, pensar que no hay fracasos sino resultados. No hay obstáculos sino oportunidades. El miedo es lo que segrega mi cerebro cuando no decido o cuando no resuelvo un problema. Hablar asertivamente es resolver los problemas puntualmente.
* Priorizar mis objetivos sin enredarme en lo accesorio. Muchas veces nos perdemos en lo accesorio que, por lo general, es superficial. Centrarnos en los objetivos nos permite andar con paso firme y atajar los temas directamente y con asertividad.
* Afirmar los propios sentimientos en lugar de manipular a otros. Decidir por uno mismo lo máximo posible nos permitirá fortalecer nuestros sentimientos sin pensar en la manipulación de los demás buscando un fin propio. La asertividad no busca manipular al prójimo, sino asentar los propios sentimientos en una buena comunicación.
* Soy el único juez de mi mismo y mi autoestima no depende de lo que digan los otros. Nutrir la autoestima con autoaceptación consciente, con sentimientos equilibrados y trabajo diligente. Una buena asertividad nace de una adecuada autoestima.
* Resolver en vez de postergar. Confiar en las propias capacidades implica actuar, sin lamentarse ni rebajarse en el empeño, actuando de inmediato sin mirar atrás. Si por lo que fuera, nos atascamos, redefinimos el marco de actuación y volvemos a ponernos en marcha.
* Hablar con serenidad. Las palabras serenas son más entendibles y mejor recibidas. Ser asertivo es hablar con la paz que provoca saber lo que conviene decir y lo que corresponde en cada momento.
* Hablar con una expresión consciente, congruente, clara, directa y equilibrada. Ser asertivo es conversar con una actitud elegante, sin falsedades ni manipulaciones, presentando nuestra posición con claridad y sin dobles intenciones.
* Optar por decir las cosas cuando corresponde, no más tarde. A veces se pueden decir las cosas fuera de tiempo, estorbando así la buena comunicación. Decir lo que corresponde en el momento adecuado es una de las claves para que lo que se expresa sea bien entendido y recibido.

Actitudes o técnicas para una relación asertiva

* Disco rayado. El disco rayado consiste en la repetición ecuánime de una frase que exprese claramente lo que deseamos de la otra persona. Esta conducta asertiva nos permite insistir en nuestros legítimos deseos sin caer en trampas verbales o artimañas manipuladoras del interlocutor y sin dejarnos desviar del tema que nos importa, hasta lograr nuestro objetivo.
Por ejemplo, ante la insistencia de un vendedor de libros a domicilio, nos limitaremos a decir: ‘gracias, pero no me interesa’. Ante la insistencia del vendedor y en vez de responderle a su comentario, repetiremos ‘gracias, pero no me interesa’. Supuestamente el vendedor no se dará por vencido y buscará sacarnos alguna palabra para reivindicar su deseo de vendernos un libro. La respuesta será la misma: ‘gracias, no me interesa’, eso sí, siempre con educación.
* Banco de niebla. Consiste en encontrar algún punto limitado de verdad en el que se puede estar de acuerdo con lo que nuestro antagonista está diciendo. Se trata de reconocer que se está de acuerdo en que la otra persona tiene motivos (que no tienen por qué parecernos razonables) para mantener su postura, pero sin dejar expresar que mantendremos la nuestra. De este modo demostraremos tener una actitud razonable, al mismo tiempo que haremos ver a la otra persona que nuestra intención no es atacar su postura, sino demostrar la nuestra.
* Asertividad positiva. Esta forma de conducta asertiva consiste en expresar auténtico afecto y aprecio por otras personas. La asertividad positiva supone que uno se mantiene atento a lo bueno y valioso que hay en los demás y está dispuesta a reconocer generosamente eso bueno y valioso, y a comunicarlo de manera verbal y no verbal.
* Asertividad negativa. Se utiliza a la hora de afrontar una crítica cuando somos conscientes de que la persona que nos critica tiene razón. Consiste en expresar nuestro acuerdo con la crítica recibida haciendo ver la propia voluntad de corregir, demostrando así que no hay que darle a nuestra acción más importancia de la debida. Con ello reduciremos la agresividad de nuestros críticos y fortaleceremos nuestra autoestima, aceptando nuestras cualidades negativas.
* Asertividad empática. Permite entender, comprender y actuar con base a las necesidades del interlocutor, consiguiendo a la vez que seamos entendidos y comprendidos.
* Asertividad confrontativa. Resulta útil cuando percibimos una aparente contradicción entre las palabras y los hechos de nuestro interlocutor. Entonces se describe lo que el otro dijo que haría y lo que realmente hizo; luego se expresa claramente lo que uno desea, con serenidad en la voz y en las palabras, sin tono de acusación o de condena.
* Enunciados en primera persona. Se trata de una técnica de resolución o evitación de conflictos. El procedimiento consta de cuatro pasos:
1- Expresar el sentimiento negativo que nos provoca la conducta de la otra persona.
2- Describir objetivamente dicha conducta.
3- Explicar la conducta deseada.
4- Comentar las consecuencias beneficiosas que tendría el cambio deseado y las consecuencias negativas de que éste no se produjera.
Todo ello debe realizarse con objetividad y serenidad en palabras, un tono y volumen de voz apropiados, y un lenguaje verbal que apoye a nuestras palabras sin resultar agresivo.
* Interrogación negativa. Se trata de una técnica dirigida a suscitar las críticas sinceras por parte de los demás, con el fin de sacar provecho de la información útil o de agotar dichas críticas si tienen un fin manipulativo, inclinando al mismo tiempo a nuestros críticos a mostrar más asertividad y demostrándoles que no podrán manipularnos। El procedimiento consiste en solicitar más desarrollo en una afirmación o afirmaciones de contenido crítico procedentes de otra persona con el objetivo de evidenciar si se trata de una crítica constructiva o manipulativa.
©2010 Josep Marc Laporta
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