Transcripción resumida de la exposición de Josep Marc Laporta —psicólogo social y coach— en el magazine matinal radiofónico de Radio Arena, emitido semanalmente durante los últimos cuatro años. Consultas y conferencias: jmlfcoach@hotmail.com

· Las fobias

Las fobias son miedos intensos, irracionales e incontrolables que algunas personas manifiestan ante determinada situación o algún elemento concreto. Por lo general, la persona que sufre esta patología se da cuenta de su realidad y, pese a que ello, no pueden huir de la supuesta amenaza. Las fobias son un problema muy real para las personas que lo sufren, por lo que muchas veces no se atreven a expresarlo por temor a ser rechazados y catalogados socialmente de manera despreciativa. Aproximadamente el 5% de la población mundial sufre de fobia y las mujeres acostumbran a padecerlo más que los hombres.

Pese a que la raíz psicológica es la misma, es importante diferenciar entre el miedo y la fobia, ya que fácilmente se pueden confundir. Hay quienes identifican como fobia lo que en realidad es miedo, por el simple hecho de temer a un objeto, situación o animal, llevándoles a diagnosticarse ellas mismas erróneamente. El miedo es un temor que identifica el origen, la razón o la fuente, mientras que, habitualmente, la fobia no tiene una referencia de inicio concreto ni conocido. Por ejemplo, se puede tener miedo a una calle oscura, porque puntualmente una vez el sujeto fue asaltado y robado; es una razón que tiene un origen cierto y real. Pero si se tuviera miedo a una calle oscura sin nunca haber sido asaltado ni robado, sería una fobia, ya que no existe una razón objetiva que lo indujera. No obstante, también existen miedos identificables que se convierten en fobias por su magnitud e influencia.

Por una cuestión antropológica de pasado ancestral, nuestra mente ha generado distintos temores que nos acompañan durante nuestra vida. Unos son más racionales o de origen más identificable (miedos) y otros son más irracionales o de origen desconocido (fobias). Investigaciones al respecto indican que existen ciertos factores genéticos y ambientales que favorecen la aparición de una fobia. Sin embargo, las situaciones en las cuales se desencadenan de manera más intensa son aquellos momentos donde la persona, por distintos motivos, está sometida a estrés. La fobia siempre va acompañada de una ansiedad sorpresiva e irrenunciable. La respuesta es absolutamente ilógica e impulsiva, generando estados de auténtico pánico y de miedo intenso y desproporcionado.

Una de las causas posibles por las que surge una fobia específica son experiencias traumáticas sufridas en la infancia, a la que años más tarde se asocia con otro elemento que le causa temor y fijación. Muchas fobias deben su irrupción a cuestiones desconocidas, aunque habitualmente se puede llegar a identificar, de alguna u otra manera, la fuente. También es de remarcar que muchas fobias pueden presentarse de manera mutante; es decir, no responden exactamente al origen. Por ejemplo, hay casos en que se manifiesta fobia a las arañas, pero, después de un estudio, se descubre que el origen no tiene nada que ver con las arañas, sino con un suceso traumático totalmente diferente.

Un dato a tener en cuenta es que las fobias pueden obedecer también a causas genéticas y, también, hereditarias. En lo genético habría una predisposición a sucumbir ante este miedo atroz. En lo hereditario existiría el condicionante del aprendizaje familiar. Por ejemplo, una madre con aracnofobia transmitiría su miedo a las arañas a los hijos, por lo que no sería una herencia genética sino un comportamiento aprendido.

Tipos de fobia

Básicamente, se pueden clasificar en tres tipos: fobia social, fobia específica y ansiedad generalizada.

Dentro de la considerada fobia específica, existen diversos tipos de fobias, entre las que se encuentran las del tipo situacional (miedo a viajar en avión, subir en escaleras mecánicas, hablar en público, etc.) las fobias a determinados objetos (elementos punzantes, cuerdas, muñecos, etc.) o miedos ambientales (lluvia, truenos, rayos, etc). También existen las fobias a los animales, como la zoofobia (miedo a los animales en general) o a cierto animal en particular (perros, serpientes, cucarachas, etc.). Otras fobias específicas son las que tienen que ver con el miedo a contraer algún tipo de enfermedad, como la sífilis, las enfermedades de piel, la tuberculosis o el cáncer.

En las de tipo social, el detonante son situaciones de determinada actividad social en el que el individuo experimenta una incomodidad extrema con síntomas físicos como sudoración, mareos, palpitaciones, falta de aire, etc. Las situaciones más habituales son el miedo a hablar con desconocidos, la multitud o muchedumbre, estar solo, etc. Como consecuencia, el afectado se puede encontrar con graves problemas de relación social, aislado y solo.

El tipo de fobia conocido como trastorno de ansiedad generalizada es la angustia y preocupación que los afectados experimentan ante una gran variedad de acontecimientos. Este estado es difícil de controlar y se prolonga al menos por seis meses. Los síntomas asociados a este trastorno es una fatiga repetitiva, inquietud, impaciencia, insomnio u otras alteraciones del sueño, dificultad para mantener la concentración, irritabilidad e, incluso, tensiones musculares.

Fobias más comunes

Actualmente hay contabilizadas e identificadas más de 800 tipos fobias। Pese a que sería difícil determinar cuáles son las más comunes, ya que la edad y el sexo determinan las variantes, existe una lista de las diez más habituales.

Aracnofobia: el miedo a las arañas.
Sociofobia: el miedo a ser juzgado negativamente en situaciones sociales.
Aerofobia: el miedo a viajar en avión.
Agorafobia: el miedo a espacios abiertos.
Claustrofobia: el temor a quedar encerrado en espacios cerrados.
Acrofobia: el miedo a las alturas.
Emetofobia: la fobia al vómito o a vomitar.
Carcinofobia: el miedo a contraer cáncer.
Brontofobia: la fobia a determinados fenómenos climáticos y meteorológicos.
Necrofobia: el miedo a la muerte.

Tratamiento y ayudas para salir de la fobia

* Las fobias no desaparecen por sí solas. Su incidencia en el afectado es permanente y perdurable y, aunque se intente huir de ellas de muchas maneras reactivas, no suelen desaparecer de la noche a la mañana.
* Decidir superar la fobia. Es fundamental la decisión del afectado para superar la fobia. Ningún tratamiento será útil si no existe una decisión consciente de buscar ayuda profesional y proponerse cumplir con las directrices aconsejadas.
* La consulta con profesional y un oportuno diagnóstico. El tratamiento para una fobia pasa indefectiblemente por la ayuda de un profesional, que diagnosticará el alcance del trastorno o, en su caso, determinará si es en realidad fobia, un trastorno de ansiedad o algo circunstancial. No es aconsejable realizar ninguna terapia de manera individual o aleatoria.
* La psicoterapia es el medio de resolución más habitual. Las fobias específicas suelen tratarse mediante la psicoterapia. El profesional mostrará al paciente las causas de su fobia, aportándole técnicas para dominar la ansiedad y los estímulos que se desencadenan.
* La terapia de exposición. Un tipo de tratamiento útil es la terapia de exposición, en el que el profesional confronta gradualmente al paciente con la situación tan temida. Este proceso progresivo permite que las personas vayan controlando sus temores y afianzándose en la seguridad del objeto que le provoca miedo.
* La terapia cognitiva. Esta terapia consiste en dar al paciente mucha información sobre aquello que teme, de manera que vaya cobrando confianza y seguridad, permitiéndole superarse sesión a sesión.
* Los fármacos no son recomendados. El uso de psicofármacos no suele ser recomendado en el tratamiento de las fobias, ya que si bien puede paliar los síntomas de ansiedad, no elimina el problema.

©2011 Josep Marc Laporta

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1 comentario:

  1. A mí nunca me ayudaron los farmacos y eso que los tomé durante mucho tiempo. La solución fue la terapia con un doctor que me fue mentalizando de cómo debía abandonar mi miedo a los espacios cerrados. Al final lo conseguí. Por eso recomiendo a todos que no tomen fármacos y se pongan en manos de un doctor. Se puede acabar con las fobias. Soy un ejemplo. Besos.

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