Transcripción resumida de la exposición de Josep Marc Laporta —psicólogo social y coach— en el magazine matinal radiofónico de Radio Arena, emitido semanalmente durante los últimos cuatro años. Consultas y conferencias: jmlfcoach@hotmail.com

· Actitudes ante la enfermedad

Para la inmensa mayoría de los seres humanos, la salud es un derecho recibido sólo por el hecho de vivir. Nacemos con salud, con energía, sin ninguna deficiencia significativa, con todo lo necesario para disponernos a disfrutar de una vida plena. Y es en estas saludables condiciones cuando la enfermedad puede aparecer, trastocando nuestra estabilidad. A veces es un simple resfriado o un dolor concreto, pero en ocasiones puede aparecer algo más serio y definitivo. En estos momentos es cuando nuestra vida parece desmoronarse como un castillo de naipes. El miedo al sufrimiento y, por ende, a la muerte, aparece como un insólito fantasma que es capaz de perturbarnos definitivamente.

La enfermedad es consustancial al ser humano; como la vida y la salud. Y pese a que uno de los grandes objetivos de la medicina y la ciencia sea combatir cualquier enfermedad y sus consecuencias, la realidad es que un día u otro nos deberemos enfrentar a ella. No la podremos eludir. La única diferencia será el grado o la intensidad. Es por ello, que una correcta mirada a la vida conlleva también la aceptación de la salud y la enfermedad como parte de nuestra existencia, aunque sin predisponernos a la fatalidad, simplemente aceptando que es parte de nuestra realidad humana y animal.

Enfermar no es morir, es pasar por otra etapa de la vida। Hay vida más allá de la enfermedad y también de la propia experiencia con ella. Mirar las dolencias, sean leves o graves, como si fuera una derrota por el mero hecho de existir, es empezar a sucumbir ante ella. La enfermedad es sólo un episodio de la vida, por muy grave que parezca. Es una parte más de nuestro paso por este mundo, pero no es el definitivo. Nada es definitivo; nada acaba o empieza en una enfermedad; todo puede comenzar, aunque lo veamos tan negro que no divisemos una salida. Una enfermedad puede ser el principio de una nueva vida.

Actitudes saludables

* No inventar enfermedades o mentir diciendo que estamos muy mal por un simple malestar. Más del 78% de la población inventa o exagera posibles enfermedades o dolencias, o altera los datos para conseguir una aceptación o atención. Caer en este error significará un descrédito personal irrecuperable cuando de verdad aparezca la enfermedad, porque en ese momento el apoyo y ánimo de nuestro círculo familiar o de amistades será muy importante para tener una buena actitud.
* Muchas enfermedades tienen origen psicosomático, por lo tanto es aconsejable tomar actitudes y decisiones de vida psicológicamente saludables. La prevención de muchas enfermedades pasa por llevar una vida sabia y saludable en lo que se refiere a hábitos y costumbres, ya sean conductuales, éticos o físicos y psicológicos. Detrás de una enfermedad, muchas veces hay un trauma emocional escondido. Como ejemplo, por lo general, la fibromialgia también es atribuida a contextos anteriores de malestar psicológico. La prevención, mejora o sanación de muchas enfermedades implica, necesariamente, vivir en idónea sanidad mental y psicológica.
* No negar la enfermedad y no huir de su realidad; no ocultar la evidencia. Existen dos actitudes antagónicas y extremas ante la llegada de la enfermedad: negarla o hundirnos, huyendo de ella. Ninguna de las dos es la más aconsejable, porque en las dos nos engañaremos y postergaremos la solución que podamos aportar a la enfermedad.
* Contemplar la enfermedad no como un ataque, sino como un desafío. La vida está llena de desafíos, constantes e inmediatos. La llegada de una dolencia grave o leve es un desafío más, no el definitivo. A menudo se acostumbra a pensar que la enfermedad nos va a llevar a un sufrimiento irresistible o a la muerte, pero tomar esta actitud es pensar en ella como algo que nos ataca constantemente, y no tomarlo como un desafío, una oportunidad para crecer como personas y vencerla.
* No caer en el pensamiento exclusivamente positivo, creyendo que si pensamos positivamente saldremos definitivamente de la enfermedad. Creer que saldremos de una enfermedad grave pensando positivamente es una hipótesis, tan cierta como que nos puede tocar la lotería solamente pensando en que nos va a tocar. Es cierto que una actitud positiva es vital para una recuperación, pero no es la única y suficiente. Hay otras.
* Tener información de primera mano y construir una esperanza positiva sobre o a partir de la realidad.
La enfermedad ha llegado, pero a veces no se sabe exactamente cuál es su alcance; sabemos los síntomas y dolencias, pero no sabemos la verdad médica. La información clínica nos puede dar un punto de partida real y cierto para saber cómo luchar y superar la dificultad.
* La salud no es sólo la ausencia de la enfermedad; existe salud a pesar de la enfermedad.
Muchas veces asociamos salud con estar bien físicamente, pero en medio de una enfermedad, una persona se puede sentir saludablemente bien. La salud también es una actitud y una manera de saber actuar frente a las dificultades.
* Gracias a la enfermedad, muchas personas han podido ver y entender cosas que sin ella no hubiesen ver ni entender. Habitualmente, la presencia de una enfermedad es una gran oportunidad para centrarnos en los valores importantes de la vida y su peso real. Absortos y embaucados por un ritmo de vida trepidante y sus intereses, a menudo, superficiales, la enfermedad nos puede hacer ver lo importante que hay en la vida.

Gracias enfermedad, porque sin ti aún estaría viviendo la vida de los demás (Angie Carmelo)।

©2009 Josep Marc Laporta

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