Transcripción resumida de la exposición de Josep Marc Laporta —psicólogo social y coach— en el magazine matinal radiofónico de Radio Arena, emitido semanalmente durante los últimos cuatro años. Consultas y conferencias: jmlfcoach@hotmail.com

· El acoso laboral

También conocido como mobbing (asediar, fustigar o acorralar) o como acoso moral, este término implica la acción de un hostigador u hostigadores con el fin de producir miedo o terror al trabajador afectado, a su lugar de trabajo; también es el efecto o la enfermedad que produce en la persona afectada। El asediado recibe una violencia psicológica injustificada mediante actos negativos y hostiles en su puesto trabajo, por parte de sus compañeros, subalternos o superiores, de forma sistemática y recurrente, durante un tiempo prolongado, a lo largo de meses e incluso años. En realidad, lo que el acosador pretende es que el afectado abandone su puesto de trabajo.

Como fenómeno, el asedio laboral fue investigado en la década de 1980 por el científico sueco Heinz Leymann, y acuñó el término mobbing para referirse al problema। El término mobbing (del verbo inglés to mob) proviene de la etología, ciencia que estudia el comportamiento de los animales, concretamente del campo de la ornitología. En ciertos pájaros y en un pequeño grupo se da una conducta defensiva caracterizada por un hostigamiento continuado a un grupo de pájaros mayor. Este comportamiento acaba, frecuentemente, con la fuga o a la muerte del animal o animales asediados por los otros.

Es importante remarcar que la estrategia del asediador laboral se caracteriza por no incorporar la violencia física, sino que las estrategias que utiliza siempre son más sutiles, de índole psicológica, pues la intención es no dejar rastro ni huella del acoso। Esta actitud hace que el asediado se sienta como un incompetente o problemático, y, de paso, no poder ser acusador de nada, especialmente por lo difícil que es demostrar una agresión de tipo psicológico.

Algunas de las estrategias de acoso laboral son las siguientes: gritar, insultar o asediar a la víctima cuando está sola; también asignar proyectos u objetivos con plazos difíciles de lograr o imposibles de cumplir; sobrecargar selectivamente a la víctima con mucho trabajo; amenazar o coaccionar de manera continuada; modificar, sin decir nada al trabajador, las atribuciones o responsabilidades de su puesto de trabajo; tratarlo de manera diferente o discriminatoria; estigmatizarlo ante otros compañeros o jefes, haciéndole lo que se llama ‘el vacío’, ignorándolo o excluirlo persistentemente। También es retener o manipular información crucial para su trabajo, causándole dificultades y provocándolo a errores o faltas profesionales; difamar la víctima, haciendo correr rumores maliciosos que menoscaben su reputación, imagen o profesionalidad; bloquear el desarrollo o la carrera profesional con varias estrategias, así como entorpecer el acceso a cursos o actividades de capacitación; criticar persistentemente su trabajo, ideas, propuestas, soluciones, etc., ridiculizando los resultados obtenidos ante los compañeros; hurtar o sustraer elementos claves para su trabajo; y atacar sus convicciones personales, ya sean ideológicas o religiosas.

Con respecto a las consecuencias psicológicas y laborales, el acoso laboral produce en la víctima un lento deterioro de la confianza en sí misma y en sus capacidades laborales. También hay un aumento del sentimiento de culpabilidad, con la creencia de haber cometido verdaderos errores; esto muchas veces trae como resultado la somatización del conflicto, desarrollando enfermedades físicas. Otras consecuencias son insomnio, ansiedad, estrés, irritabilidad, fatiga, agresividad, cambios de personalidad, retraimiento con la familia y o/amistades, problemas de relación en pareja, depresión, inseguridad, indecisión, conflictos con otras personas e, incluso, con familiares, bajas laborales y, en algunos casos, cambios de empresa o ciudad.

Cómo prever o actuar en un acoso laboral

* Ser efectivo en el trabajo sin ser prepotente o airear innecesariamente las propias cualidades. Muchas veces, los trabajadores válidos y capaces, bien valorados y creativos son el objetivo más preciado de los acosadores. Al destacar por varias aptitudes naturales o adquiridas y, además, manifestar la superioridad con la convicción que da el saber, se propicia más la envidia y las actitudes indeseables. Una acertada manera de prever el acoso laboral es no airear innecesariamente las aptitudes personales.
* Buscar un buen equilibrio personal y psicológico. Habitualmente, el acosador acostumbra a encubrir su propia mediocridad e inseguridad con la actitud acosadora. Por lo cual, la posible víctima debe saber esta realidad y, desde los inicios, atender su equilibrio psicológico. Si es necesario, una visita a un profesional como un coach o un psicólogo es muy aconsejable para mantener un buen equilibrio psicosocial.
* Determinar si realmente es un acoso laboral o no. Muchas veces, al estar imbuido en la actividad diaria, el acosado no sabe muy bien si está sufriendo un mobbing o es una de tantas realidades laborales a las que es necesario adaptarse. Para determinar si realmente es un acoso laboral conviene contrastar la situación con personas próximas y de confianza. Un buen y acertado planteamiento ayudará mucho a su resolución.
* Actuar y hablar asertivamente. La asertividad es una estrategia y estilo de comunicación que actúa en un punto intermedio entre otras dos conductas bipolares: la agresividad y la pasividad. Ser asertivo es actuar directamente sobre el problema, especialmente en sus inicios, con un comportamiento de comunicación maduro, no siendo agresivo ni blando, sino expresando las convicciones de manera clara y directa, defendiendo los propios derechos.
* Confiar la situación de acoso a alguna persona de confianza dentro del círculo de trabajo. A menudo es difícil encontrar algún compañero confiable que pueda ayudar en la mediación, o, como mínimo, en la confesión de la situación; pero la mejor manera de afrontar el acoso es con el apoyo seguro y firme de algún compañero de trabajo. En un momento dado, este amigo podría hacer de intermediario, mediador o de informador de la situación a algún jefe o cargo superior.
* Conseguir la implicación de la empresa. Especialmente si en el conflicto de acoso no existe la participación de algún alto ejecutivo, la implicación de la empresa es primordial para la resolución del problema. También diversas entidades sociales como sindicatos, gabinetes de consultoría o asociaciones pueden ayudar a esclarecer la situación.
* No caer en la violencia ni hacer pagar posteriormente la afrenta. Sufrir un acoso laboral puede llegar a ser una situación tan compleja y dura que podría provocar en la víctima una actitud errónea de justicia y restitución। En cualquier caso es mejor que la justicia sea dictada por los órganos competentes, ya sea de la empresa o de la justicia, y no pagar mal por mal. En el caso de pérdida del puesto de trabajo, es mejor pasar página y no dejarse llevar por sentimientos contradictorios de venganza. La ayuda de un profesional de la psicología será vital para caminar hacia nuevos horizontes.
©2008 Josep Marc Laporta
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